¿Estás en perimenopausia? ¿O ya estás en la menopausia? Quizás ni siquiera lo sabes. La realidad es que la mayoría de las mujeres no estamos completamente informadas sobre lo que está pasando con nuestras hormonas a medida que avanzamos en los 30 y 40 años.

Al pensar en la perimenopausia, muchas creemos que es algo que le sucede a las mujeres en sus 50, y que la menopausia llega en los 60. Sin embargo, la perimenopausia suele comenzar alrededor de los 35 años, y pocas estamos conscientes de los síntomas o de cómo identificar esta etapa.

Muchas de nosotras no estamos conectadas con nuestro ciclo menstrual, lo cual es fundamental porque nuestro cuerpo sigue teniendo cambios importantes mes a mes. Así que hoy quiero profundizar en este tema para que juntas podamos aprender y conectarnos más con nuestro cuerpo, lo que nos llevará a una mejor calidad de vida y a disfrutar plenamente de lo maravilloso que es ser mujer.

La realidad de la perimenopausia

La perimenopausia es una transición hormonal que generalmente comienza a partir de los 35 años. Hoy en día, muchas mujeres estamos teniendo hijos después de los 30. Personalmente, tuve a mi hija a los 35, y para mí fue todo un reto regresar a mi peso y estabilizar mis hormonas después del postparto.

Nuestro cuerpo está diseñado para mantener un balance hormonal y tener hijos en los 20s, pero eso no significa que no sea posible después de esa edad. Simplemente requiere un esfuerzo adicional para cuidar de nuestras hormonas y bienestar general.

Quizás te sientas más cansada de lo normal, con cambios de humor, sin energía, con antojos incontrolables, y piensas que es falta de motivación o fuerza de voluntad. La verdad es que muchos de estos síntomas tienen que ver con lo que está pasando dentro de tu cuerpo. Conectar con nuestro cuerpo y entender estos cambios es clave para vivir una vida más plena.

Factores que contribuyen a los síntomas de la perimenopausia

1. Edad y hormonas: Después de los 35 años, los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a disminuir. La progesterona, en particular, es crucial para nuestro bienestar general. Esto puede llevar a un aumento de peso sin que hayas cambiado nada en tu estilo de vida. ¿Te ha pasado que antes con una dieta rápida lograbas tus objetivos y ahora nada parece funcionar? Es un síntoma común de la perimenopausia.

2. Estrés: A los 30 años, el cuerpo ya no maneja el estrés igual que a los 20. El estrés, ya sea externo o interno (inflamación, toxinas, infecciones), puede intensificar los síntomas de la perimenopausia, afectando negativamente el metabolismo y aumentando los niveles de cortisol.

3. Ansiedad y sueño: La progesterona también actúa como una solución natural contra la ansiedad, ayudándonos a mantenernos calmadas. Cuando los niveles de cortisol están descontrolados, nuestro sueño se ve afectado, creando un círculo vicioso.

4. Ciclos menstruales irregulares: La falta de ovulación regular puede conducir a una disminución de progesterona y un aumento relativo del estrógeno, lo que a su vez provoca síntomas como periodos más abundantes, mayor dolor, metabolismo más lento, y más fibromas.

5. Dieta y toxinas: Las hormonas necesitan nutrientes para funcionar correctamente. Las proteínas y grasas saludables son esenciales. Además, las toxinas presentes en los productos que usamos en casa y en nuestro cuerpo pueden imitar las hormonas, especialmente el estrógeno, afectando aún más el equilibrio hormonal.

6. El hígado y el intestino: Si el hígado está sobrecargado debido a toxinas, alcohol o medicamentos, no podrá hacer su trabajo correctamente, afectando la eliminación del exceso de estrógeno. Además, un intestino no saludable puede llevar a problemas de absorción de nutrientes, estreñimiento y desequilibrios hormonales.

¿Qué puedes hacer para equilibrar tus hormonas?

Ahora que sabemos más sobre lo que está pasando en nuestro cuerpo, es momento de tomar acción. Aquí te dejo algunas recomendaciones:

• Equilibra tu azúcar en sangre: Mantén tus comidas balanceadas con proteínas, carbohidratos y grasas. El azúcar descontrolado en la sangre causa inflamación y te hará sentir cansada, sin claridad mental y con antojos.

• Añade linaza a tu dieta: La linaza contiene fitoestrógenos que ayudan a regular el estrógeno. Además, su alto contenido en fibra facilita la desintoxicación y mejora el tránsito intestinal.

• Nutre tu hígado y tu intestino: Consume vegetales crucíferos como el brócoli, las coles de Bruselas y la col rizada para ayudar a desintoxicar el cuerpo del exceso de estrógeno. Y no olvides beber suficiente agua.

• Minimiza las toxinas: Revisa los productos que usas en casa y en tu cuerpo, y opta por alternativas más limpias. La próxima semana hablaré más sobre cómo reducir los tóxicos en tu día a día.

• Aumenta el movimiento: No se trata solo de entrenar, sino de mantenerte activa a lo largo del día.

• Reduce el estrés: Encuentra actividades que te hagan sentir bien, ya sea leer, meditar, escuchar música o cocinar. El cuidado personal es crucial para reducir el estrés y mantener el equilibrio hormonal.

¿Quieres más apoyo?

Si sientes que estás lidiando con los síntomas de la perimenopausia y no sabes por dónde empezar, te invito a unirte a mi membresía Mujer en Balance. Es el lugar ideal para mujeres como tú, que buscan soluciones efectivas para equilibrar sus hormonas, mejorar su bienestar y sentirse más conectadas con su cuerpo. ¡No estás sola en este viaje!

Recuerda, la perimenopausia no es el fin, es el comienzo de una nueva etapa de tu vida, y juntas podemos aprender a navegarla de la mejor manera posible. ¡Únete a Mujer en Balance hoy y comienza a cuidar de tu cuerpo desde adentro hacia afuera!